¿dónde quedó nuestra tranquilidad? Por Verónica Aguilar, concejala de Punta Arenas
Columa de Opinión
Aún recuerdo cuando pequeña que dejábamos las bicicletas en la calle, que salíamos a jugar hasta tarde y solo el grito de la mamá a “tomar once” nos hacía entrar raudos a la casa, cuando en “básica” nos íbamos en micro al colegio o nos juntamos en “media” en la Colón con Bories.
Cuando íbamos a la disco y llegábamos temprano para aprovechar el freepass, y al término en patota, a “pata pa´ la casa”.
Esa fue parte de nuestra juventud en Pu nta Arenas, no ha pasado mucho tiempo de eso, en donde convivía el Garoga con la Eclipse, o donde la disco quedaba lejos del centro de la ciudad, pero muchos se las arreglaban para llegar a la diversión, en donde la familia tenia una extensión más allá de la casa, en donde el vecino también educaba y el respeto era la fuerza de gravedad de las relaciones. ¿Cómo recuperamos eso, como recuperamos nuestro Punta Arenas, para que nos de esa seguridad y tranquilidad de antaño?
Hoy parece de otra época, los vecinos no pueden dormir por incivilidades que se generan en pleno centro de la ciudad, que quedan registrados en los videos de redes sociales a una cuadra de un cuartel policial o de la municipalidad de Punta Arenas.
Hoy además de personal de carabineros y Pdi, contamos con un equipo de seguridad ciudadana, y a pesar de ello, parece que la situación está fuera de control.
Sin embargo, el fin de semana recién pasado, parece que todos se pusieron de acuerdo, mas control en la calle, logró que después de mucho tiempo los vecinos pudieran dormir 8 horas de corrido, parece una locura, pero así es.
Los dueños de discoteque alegan que todo pasa afuera, los vecinos alegan que la calle es sin Dios ni ley, y mientras tanto las autoridades “responsables” de la seguridad pública se reúnen para seguir analizando y seguir haciendo diagnósticos, dando declaraciones que se contradicen entre sí.
Unos culpan a la falta de personal policial, otros a la educación, otros a las patentes de alcoholes y los dueños de los locales de diversión, esto parece el relato deportivo famoso “tuya mía para ti para mí”, y al final, nada concreto.
Como enfrentamos la seguridad pública, esa es la cuestión, yo creo que se puede hacer con participación ciudadana, logrando acuerdos entre todos los involucrados, sentándonos a conversar de frente y permitiendo que estos acuerdos avancen, siendo cómplices en esa seguridad que todos queremos pero que anhelamos desde una ventana. Si a eso le sumamos no la preocupación sino la ocupación, con un municipio que este disponible para otorgar herramientas de prevención, sin tener una mirada economicista, o señalando que este tipo de intervenciones son para pagar sueldos, ¡no po! Para eso está la cormupa dirían algunos., podríamos tener a toda la ciudadanía trabajando por un bien común, tranquilidad de vecinos y vecinas, empresarios nocturnos responsables que puedan trabajar sin problemas, es decir una comunidad que puede convivir sin esconderse de la delincuencia o de las incivilidades.
La Seguridad no es solo infraestructura, también es prevención, la incorporación de programas como el Senda Previene, colabora enormemente en esta materia, no es posible que estas acciones estén a vista y paciencia de todos, y esos todos solo se preocupen de comentar en redes sociales, manifestar su preocupación o repudio, sin tomar acciones concretas. Punta Arenas, no se merece esto, nos merecemos vivir en tranquilidad, con armonía, como antes, como cuando nos subíamos a la micro C, o cuando nos reuníamos afuera del garoga, o cuando disfrutamos de la música de la disco de moda con seguridad y sabiendo que los vecinos del sector también pueden estar seguros, pueden dormir tranquilos, bienestar, armonía, seguridad, ¿se puede tener un Punta Arenas Seguro? Yo creo que si se puede.